नमस्ते ! मेरा नाम बार्बरा है। मैं अर्जेंटीना से हूँ और मैं साइकोलोजिस्ट हूँ। मैं २०२५ में इंडिया को गई। वहाँ मैं बहुत ख़ुश थी और मैंने अच्छे दोस्त बनाए। 

मुझे घूमना पसंद है। मैं माते और किताबों के साथ घूमती हूँ। मुझे नई जगहें और नए लोगों से मिलना पसंद है। 

¡Hola, Bárbara! ¿Cómo estás hoy?

¡Hola a todxs! Muy bien, empezando el día tomando mate y con ganas de escribir.

Para lxs lectorxs que no son de Argentina, el mate es una bebida típica que tomamos prácticamente todos los días, durante gran parte del día y en cualquier lugar: en casa, en el trabajo, en la facultad, en la plaza, en la playa o en encuentros con amigxs. Podría decirse que es como un té, para acercarlo a algo que probablemente conozcan, pero se consume de manera distinta.

Es difícil de explicar que es, porque no se trata solo de algo que tomamos sino que también tiene que ver con nuestra cultura y con el acto de compartir con otrxs, algo muy lindo y representativo para lxs argentinxs. Espero que algo de esto se transmita en “मैं रादा तीली से हूँ“. 

¿Podrías presentarte para nuestrxs lectorxs?

Me llamo Bárbara, soy del sur de Argentina, de Chubut, Rada Tilly. Me mudé a Buenos Aires en 2016 para estudiar Psicología y actualmente vivo acá. En 2024 renuncié a mi trabajo en una clínica para viajar por el Sudeste Asiático y terminé mi viaje en India. 

Al volver, decidí comenzar a trabajar como psicóloga online para poder llevar mi trabajo a cualquier lado y poder mantener un estilo de vida nómade. Viajar para mí es una forma de intentar comprender un poco más el mundo. Me gusta conectar con la gente local y tratar de conocer y entender distintas maneras de ver y vivir la vida. En particular me interesa mucho el continente asiático y espero poder seguir recorriendo más lugares allá. 

Aparte de viajar, me encanta bailar y aprender distintos tipos de danza. Me parece interesante explorar el lenguaje corporal y todo lo relacionado con el movimiento, lo que el cuerpo dice y cómo incluso nos podemos comunicar con otrxs sin palabras de por medio. 

¿Por qué decidiste estudiar hindi y cómo fue tu proceso?

Estudiar hindi fue una decisión casi impulsiva después de volver de India. Allá me hice amigxs con quienes me comunicaba en inglés pero sentía el deseo de aprender hindi para poder comunicarme mejor con ellxs. Además, India se sintió como un hogar después de tantos meses viajando, por lo cual sabía que iba a volver pronto.

También tuve la oportunidad de ir a las casas de mis amigxs en India y me encontré con muchas generaciones viviendo juntas, lo cual me sorprendió. A pesar de su interés y deseo por conversar conmigo, no podía comunicarme, especialmente con las mujeres, ya que no es tan común que sepan inglés. 

El proceso de estudiar hindi fue increíble desde la primera clase. Encontré un espacio que disfruto semana a semana y donde no solo aprendo un idioma, sino que sigo conectada con la cultura de India, y aprendo mucho sobre ella. Estaba acostumbrada a las clases de inglés más estructuradas y mecánicas, basadas principalmente en libros. Con Gau descubrí otra manera de aprender, mucho más didáctica y entretenida. Por más cansada que esté o con muchos temas en la cabeza, siempre la hora de clase suele ser punto de anclaje y de conexión al presente, lo cual valoro mucho. 

¿Qué es lo que más te gusta de estudiar la lengua?

Lo que más me gusta de estudiar la lengua es como me acerca a entender mejor la cultura en India y como sigo conectada a esta aunque esté en otro lado. Además, desde que empecé con las clases me di cuenta que estudiar un idioma nuevo implica desafíos en muchos niveles. Aprender algo desde cero y tan desconocido para mí supone trabajar la paciencia, la tolerancia a la frustración y la predisposición a lo diferente que muchas veces resulta incomprensible al principio. Si bien siempre me gustó estudiar y aprender cosas nuevas, al comenzar con hindi sentí que estaba activando modos de pensar y de estudiar que hace mucho tiempo no utilizaba. 

Por otro lado, a partir del estudio de la lengua surgen debates muy interesantes, entender cómo se dice una palabra, por qué se dice de determinada manera, explorar su origen o su incorporación en otra lengua. Todo esto me lleva a formular preguntas y reflexionar incluso sobre aspectos de mi propio idioma que nunca antes había pensado. 

Como mencioné anteriormente, para mí, viajar y conocer nuevos lugares, personas e historias implica tratar de entender mejor cómo funciona el mundo, o al menos tratar de explorar y entender distintas perspectivas, situaciones, puntos de vista y abrir nuevos interrogantes. En este sentido, estudiar hindi con Gau se acerca bastante a eso, y es de las cosas que más disfruto, no solo avanzar en el aprendizaje de la lengua, sino también habilitar el espacio para pensar y compartir lo que el intercambio en clase vaya abriendo. 

¿Ya viajaste a India? ¿Adónde? ¿Cómo fue ese proceso?

Sí, estuve en India en marzo, abril y mayo de 2025. Estuve en el Norte, en Delhi, Vrindavan, Pushkar, Jaipur, Agra y Rishikesh. Mi estilo de viaje es lento y consciente, trato de habitar cada lugar que voy y donde siento que tengo que pasar más tiempo, me quedo sin dudarlo. Así fue que la mitad de mi tiempo en India estuve en Rishikesh. 

Tenía ganas de ir a Himachal Pradesh pero Rishikesh me cautivó. El estilo de vida lento, tranquilo, la naturaleza, Ganga Aarti todos los atardeceres, la sensación de comunidad al encontrarme a las mismas personas siempre en los ghats frente al Ganges de manera improvisada, compartir charlas y mucho chai. Además de volverme muy fan del chai, fue la primera vez en todo mi viaje que sentí la misma sensación que tengo cuando tomo mate en Argentina con mi gente. La idea de sentarse, muchas veces de manera espontánea sin planearlo, sin apuro, simplemente por el deseo de compartir con el otrx un momento, un pensamiento, una charla. En India siempre hay un ratito para frenar y tomar chai, ya sea parando en el camino yendo a algún lado, cuando te cruzas a alguien y te invita uno, esperando a entrar a clase de yoga en el ashram… Siempre es buen momento para compartir un chai, igual que el mate. ☺️

Por otro lado, desde hace varios años practico yoga y meditación, así que tener la oportunidad de estudiar y practicar en la capital mundial del yoga, Rishikesh, fue algo único. Siento que fue ahí donde verdaderamente entendí el significado real del yoga. 

El proceso de viajar por India fue realmente profundo y transformador. Fue también el lugar perfecto para cerrar casi un año de viaje por Asia. India me alojó y me permitió darme el tiempo para procesar todo lo vivido meses anteriores, aclarar y ordenar ideas, pensamientos, al mismo tiempo que aparecían nuevas preguntas y cuestionamientos. 

Los primeros días en India fueron intensos y por momentos me sentía abrumada por tanta información y estímulos que recibía constantemente. Pero estaba muy abierta y receptiva al contacto con lo diferente y siento que eso ayudó a que rápidamente me adaptara y me sintiera cómoda. A pesar de esta intensidad que en mi opinión caracteriza a India, mi primera impresión del país fue de asombro, sentía curiosidad por todo lo que pasaba alrededor. La inquietud por entender y querer saber más sobre lo que estaba pasando superaba a la sensación de sentirme abrumada. 

Salir a la calle y no ponerme los auriculares para escuchar música mientras camino (algo que suelo hacer con frecuencia) fue para mi un gran indicador de que salir implicaba que toda mi atención estaba puesta en ese simple acto de caminar. La cantidad de estímulos lejos de cansarme me sugerían una apertura a lo externo que era imposible de ignorar. Nunca sentí la necesidad de “estar haciendo algo más” o buscar ese escape para transitar tal actividad. La variedad y belleza de colores de los sarees, encontrarme con vacas caminando casi todo el tiempo, cuidarme de no mirar fijo a los monos, frenar a conversar con alguien, pasar horas al lado del Ganges, comer en absoluto silencio en el ashram, la alegría de las personas en los templos cantando mantras y bailando (que por momentos me hacía sentir que estaba en un pogo de un recital de rock nacional acá en Buenos Aires). Para mi India significó relajarme en esos actos y volver a conectar con la sencillez y simpleza de lo cotidiano. 

Y si bien podría decir muchísimo más sobre India, lo último que quería compartir es algo que me llamó la atención en relación a la mirada. En esta parte del mundo, el vínculo que solemos tener con la mirada muchas veces está atravesado por la incomodidad: caminamos mirando el celular, escuchando musica o pensando en otra cosa, y pocas veces miramos realmente a nuestro entorno o a lxs demás, como si mirar implicara sobrepasar algún límite. En India sentí que era imposible ignorar lo que sucedía a mi alrededor o escaparme hacia otro lado y mi alrededor me devolvía la misma atención. Lejos de sentir miradas intrusivas, percibí miradas amables, abiertas y curiosas. 

¿Practicás el hindi con tus amigxs de India? ¿Cómo se siente?

Sí, practico con ellxs cada vez que me llaman o charlamos por WhatsApp. Obviamente es un desafío pero me resulta muy interesante practicar con ellxs porque, de alguna manera, me posiciona en un escenario más cotidiano de la lengua y me ayuda a afinar mi escucha.

Además, siempre surgen preguntas o dudas que después llevo a clase. Y  aunque todavía me falta muchísimo por aprender, siempre es motivante poder comunicarme con ellxs en su idioma y aprender también a partir de ese intercambio. En general, tienen mucha paciencia y eso hace que pueda entenderles mejor. Siento que se ponen muy contentxs por el hecho de que esté estudiando hindi y siempre están dispuestxs a practicar conmigo o ayudarme. 

¿Cuáles fueron algunas de las dificultades que tuviste que enfrentar en el estudio del hindi?

Creo que lo que más me cuesta hoy en día es la pronunciación de ciertos sonidos que para mi son “raros” de producir.  Hubo una ocasión donde quise decirle a un amigo de India que había ido a un lugar, y según él yo estaba diciendo गाय “vaca” (en vez de गई “fui”). Las palabras son similares, solo que yo estaba pronunciando mal una letra. Esto me llevó a practicar en clase con Gau diferencias sutiles en la pronunciación, que son clave. Por eso siento que practicar con otras personas expone a esas situaciones, en las que se aprende muchísimo. 

Sin dudas, la oralidad debe ser lo más complejo cuando uno estudia un idioma. Cuando leo o escribo, tengo tiempo de pensar, lo cual me da cierta comodidad y facilidad que no tengo al hablar de manera más espontánea. De todos modos destaco, que Gau desde el día uno incentiva a hablar en hindi y eso ayuda mucho. 

También por momentos pienso en la estructura de las oraciones en español para luego decirlas en hindi y eso suele ser un problema, ya que la estructura es  completamente diferente. 

¿Tenés algún consejo para otrxs que estén aprendiendo hindi (u otros idiomas)?

Creo que lo más importante es tener paciencia. Entender que es un proceso lento y tratar de tomarlo como algo lúdico para disfrutarlo. Supongo que esto vale para estudiar cualquier idioma desde cero. 

También si tienen la oportunidad de practicar hindi con alguien de India, aprovecharla y no tener vergüenza ni miedo a equivocarse. Como mencioné, aunque tenga errores y a veces no me entiendan, mis amigxs de India siempre se muestran muy contentxs cuando intento hablarles en su idioma y escucharlxs me ayuda mucho a mejorar la pronunciación. Algo que hablamos siempre con Gau es como mejora el aprendizaje cuando se escuchan películas, series y canciones en hindi. Además, es una buena manera de seguir conectando con la cultura y con distintos aspectos de la vida en India. 

Por último, si hay tiempo fuera de clase, creo que suma mucho hacer la tarea y seguir practicando y estudiando de manera autodidacta. Muchas cosas que Gau me explicó en clase terminé de incorporarlas haciendo los ejercicios que propuso, volviendo al tema una y otra vez, buscando información y reforzando lo aprendido. 

¿Hay algo más que quieras compartir? 😊

Para mí, estudiar hindi está completamente relacionado con mi interés por viajar y moverme. Una pregunta que suelo hacerme y que siempre abre cosas interesantes y nuevas en mí es: “¿Qué me mueve?”. 

En mi caso siempre lo primero que se me viene a la mente es lo diferente, lo distinto, lo desconocido, lo incomprensible, lo que no entiendo, aquello que me resulta tan incómodo y ajeno que parece irreal o de otro planeta. A medida que avanzo en esos territorios nuevos, los voy apropiando y me siento un poco más cercana a mi propósito y a mi deseo. 

Como mencioné antes, el movimiento es una parte crucial de mi vida. Quizás desde la danza y el viaje puedo pensarlo desde un lugar más concreto, pero simbólicamente tomo esta pregunta como una guía, como un eje, para entender por dónde y cómo quiero moverme en la vida. Y aunque parezca rebuscado y pueda sonar un poco profundo para el contexto de esta entrevista, para mí el aprendizaje de hindi está significando el encuentro con un mundo completamente distinto y nuevo por explorar. Espero que algo de esto lxs motive e inspire a moverse cada vez más alineadxs con sus propios deseos y preguntas. 


Contribuciones de Bárbara

  • मैं रादा तीली से हूँ